Caracas 22-08-2015
El viejo mundo se muere.
El nuevo tarda en aparecer.
Y en ese claroscuro surgen los monstruos
A. Gramsci
Difícil
tarea la de entender el tiempo que vivimos. Pueden elaborarse tantas
explicaciones
como paradigmas de pensamientos y teorías existan. Lo que hacemos
muchos de los sencillos mortales que nos toca vivir este momento de la historia
de la civilización es, muchísimas veces hurgar, revisar lo ya dicho por otros. Es decir, ya antes de
nosotros nacer, existe una explicación filosófica, teórica, mágico-religiosa, científica,
divulgada en un sentido común, en un saber popular, en un conocimiento
"pedestre", sobre los problemas sociales, económicos, políticos,
culturales. Aquí también van las falsedades, las mentiras, los engaños, las
tergiversaciones, las medias verdades, y sobre todo la visión y versiones de los vencedores.
Lo
que decimos muchísimas veces ya lo hemos internalizado, de manera inconsciente
por diferentes vías (familia, escuela, entorno social, medios de comunicación,
redes). Luego, lo que hacemos es reproducir, repetir. Dejamos de ser
originales, creativos, innovadores y de tener pensamientos propios.
Esta
breve reflexión quiere expresar un sentir-pensar muy particular, en este
momento de grandes incertidumbres, desde una perspectiva ya conocida sobre la
historia de la humanidad: La historia de todas las sociedades que han existido
hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases… Hay muchas otras
perspectivas, por supuesto. Cada quien es libre de asumir una a su gusto y
preferencia, de acuerdo a sus intereses… de clase. Y esto quiere decir además
que la ideología dominante en cada época es la ideología de la clase que en ese
momento ejerce el poder y la dominación.
Porque
el poder no es algo que se posee, no es una propiedad sino una estrategia. No
lo ejercen solo quienes están en el gobierno, en los cargos en los aparatos del
Estado. El poder y la dominación se ejercen desde cualquier relación humana,
desde cualquier lugar.
Esa
criatura llamada Revolución Bolivariana y socialista del siglo XXI está en gestación,
no termina de nacer. Mientras, el cuerpo en el que habita, atacado e infectado
de muchos virus, lo contamina. Y uno de esos virus mutantes en la fase final
del capitalismo salvaje: el
consumismo-materialista-alienante-hedonista-obsesivo y su ADN letal: La crematística.
Es
lo que entonces se nos presenta como un sálvese quien pueda, de todos contra
todos, de quien obtiene la mejor tajada, quien hace el mejor negocio, quien
obtiene la mayor ganancia, el vale todo, la zancadilla, la traición, la no
ética, antes de que la madre moribunda deje de existir y se corra el riesgo de
que la criatura no nazca…y así fue como se fueron contaminando todos los
instrumentos y mecanismos creados para producir el parto: en fin, la
contaminación casi total, la incertidumbre y el aparente caos. Sin embargo la
historia continua, la esperanza nunca muere y la muchedumbre, las clases
subalternas, el pueblo no con su inocencia sino con su conciencia salvará la
criatura.
Por
suerte, está creciendo a pasos agigantados una nueva fuerza colectiva, espiral
del chavismo originario, sin postura dogmática y con clara visión dialéctica
para interpretar la realidad cambiante. Y porque a su turno interpreto el
materialismo histórico y empleo el método dialectico, Chávez no hizo de su
doctrina un símbolo de fe, sino una guía para la acción revolucionaria;
inspirándose en el pensamiento bolivariano y el socialismo del siglo XXI. De
manera que reconforta saber que en el próximo combates históricos habrá una
fuerza chavista renovada, una organización de todos y para todos “CORRIENTES REVOLUCIONARIAS VENEZOLANAS”.
Surge hoy igual que ayer como un aluvión, trayendo consigo la resurrección del
espíritu democrático, protagónico y participativo que hoy se debate entre la
vida y la muerte.
De
allí la importancia de una política de reagrupación de las fuerzas,
Construyendo espacios de encuentros, canales de comunicación y enlace,
coordinación de acciones e iniciativas.
Es
en esta última dirección, donde se inscribe la iniciativa de materializar en
todo el país y en diversas regiones, espacios de reagrupamiento de los sectores
revolucionarios, como corriente ideológica y de acción, para definir y construir
una vanguardia política que debe tener en cuenta que ella está inserta en la
lucha entre dinámicas: la dinámica del poder constituido, la dinámica del poder
constituyente y la dinámica de la contrarrevolución.
Las
dinámicas de los conversatorios y encuentros han tenido como propósito
articular este acumulado de experiencias organizativas, valorando adecuadamente
los diversos ritmos y tiempos
Siempre
soy optimista, “oitismita” hubiera dicho
Cantinflas Creo que no existe otra forma de encarar la vida con serenidad que
con la confianza de los niveles de politización de nuestro pueblo
Es
un optimismo, que nace de confrontar los conflictos del sistema capitalista, en
el que estamos inmersos, como seres vivos en sociedad, con el análisis marxista
como herramienta de trabajo.
Ramses Augusto Reyes C
Secretario General de C.R.V
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