martes, 10 de julio de 2018

EL TIEMPO




Hubo un tiempo que fui feliz, era hermoso, fui libre de verdad guardaba todos mis sueños en castillos de cristal, pero poco a poco fui creciendo y mis fabulas se fueron desvaneciendo como pompas de jabón.

Hubo un tiempo, en que había tiempo para perder el tiempo, disfrutaba cada día de mi existir, hubo un principio y un fin, pero todo se lo llevo el tiempo como olas de mar, todo era posible, todo parecía tan perfecto, que al final resultó ser un sueño.

Hubo un tiempo, que podía atravesar el tiempo y el espacio para soñar  más allá de la imaginación, eran sueños vivenciales, hoy lloro lo perdido y rio por mis lamentos, miro hacia atrás con nostalgia mis recuerdos y digo a la distancia que rápido ha pasado el tiempo.

Hubo un tiempo en la vida en que todos cometimos un error inconfesable, un arrepentimiento irreversible; un sueño inalcanzable; y un amor inolvidable. Nuestro mejor tiempo es el que vivimos, en lugar de matar el tiempo, debemos hacer algo porque el tiempo es quien nos mata.

Hubo un tiempo que me permitió guardar bellos recuerdos, En algún momento apareció lo inesperado, lo asombroso, pero subió al tren del pasado y me condujo al sitio en que se borra la memoria.

Hubo un tiempo en que mi verdad fue corroída por el tiempo y el afán de la duda modifico los signos del cielo con los  polvos cósmicos, los dioses fueron olvidados. No nos queda nada de la verdad. O nunca existió. Abultado por referencias e imágenes virtuales, la sometemos a una camisa de fuerza. La utopía es una loca sacándose los piojos. La memoria ha sido desechada y lanzada a un albañal maloliente.

Hubo un tiempo en que para la conciencia actual, el olvido fue uno de sus logros más sobresalientes. Hay que buscar que el hombre desconozca, su propio nacimiento. Mirada nonata, campo de representación del vacío, de la página tachada: el conocimiento vive en el tremendismo de la confusión, Quien olvida tiene la ventaja de saberse dueño de sus culpas.

Hubo un tiempo en que el cansancio, el agotamiento lesiona sensiblemente la historia: el hombre es una bestia cargada de signos equívocos. Olvida y se burla de la muerte, la sacude por los hombros: busca la transgresión del dolor y las fronteras de la agonía. Pero  desde el olvido solo es posible la ficción.

Hubo un tiempo en que entendí que mi pasado esta en mi memoria, que me permiten interpretar y dar sentido a mi experiencia momento a momento. O sea, que pasado y presente no están tan lejos. Está claro que están muy relacionados. Si cambiamos nuestras creencias sobre el peso inexorable del tiempo, surgirá un milagro que deje de ser algo excepcional y se convierta en una posibilidad real. Vivir cada momento y disfrutar nuestro tiempo. Si amas la vida, no pierdas el tiempo, porque el tiempo es de lo que está hecha la vida.

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